Gary Prado Araúz
Cuán perdidos están los referentes de la oposición política
que equivocan sus pasos en el camino a ocupar el espacio que poco a poco va
perdiendo el presidente autócrata Evo Morales Ayma.
Veamos algunos de los equívocos que se están cometiendo:
Juan del Granado y el Movimiento Sin Miedo.- Con una
aceptación interesante en La Paz y sin haber logrado una proyección nacional en
su liderazgo enfrenta de cuando en cuando a Evo Morales a través de los medios
de comunicación y de su exigua bancada parlamentaria, pretendiendo captar algo
del descontento que naturalmente va perdiendo el gobernante MAS. Se mueve
criticando pero sin salir del marco político del pretendido “PROCESO DE CAMBIO”. En realidad cae en un grave error de
percepción, porque ayer, hoy y en el futuro próximo, sólo el MAS puede apelar
al mentado proceso como su creación y realización. Todos los demás son intrusos
y en ese error cae Juan del Granado puesto que quiere echar de Palacio Quemado
al inquilino, asumiendo él que puede ser inquilino del proceso de…
Samuel Doria Medina y Unidad Nacional.- La persistencia de
este político en lograr posicionarse como alternativa al MAS parece estar dando
resultado, pero se mueve con demasiada lentitud para un enemigo que tiene
muchos medios, voceros, articuladores y operadores políticos. Tal vez el mayor
error de Samuel Doria Medina esté en haber construido un partido a su imagen,
semejanza y financiamiento. Y es que
ciertamente UNIDAD NACIONAL sólo funciona cuando el propio Samuel aparece por las distintas regiones del país.
Lo que tanto criticó del culto a la personalidad en el viejo MIR y en Paz
Zamora, ocurre en UN. O ¿alguien podría siquiera dudar que, Dios no lo quiera,
sin Samuel Doria Medina, Unidad Nacional, se perdería en la orfandad política y
económica?
Ruben Costas y los Demócratas.- A la inversa ideológicamente
y en posición regional opuesta a los Sin Miedo, Rubén Costas logra mantener un
alto nivel de aceptación en Santa Cruz y prácticamente no existe en el interior
del país. Los Demócratas generan interesante actividad partidaria en Santa Cruz
y apenas algunas actividades en el interior de Bolivia (Creen que los aplausos
en las fiestas cívicas de otros departamentos son grandes señales de apoyo).
Como resultado, en el escenario nacional no gravitan y son, como a pedido, el
enemigo ideal para el MAS, así solo sea para la foto o la verborragia. Rubén
Costas, en el interior es el separatista, el terrorista, el racista, el
oligarca, el regionalista, el comiteista y todos los adjetivos que puedan
favorecer la cohesión del voto duro del MAS.
La falta de experiencia y dedicación política del propio líder y de sus
cuadros los hace creer que por la fuerza que ostentan en Santa Cruz alcanza
para liderar Bolivia y eso es imposible.
El último reto de Costas a Morales para debatir solo logra esa falsa
polarización en la que Costas pierde y Morales gana, porque Morales aglutina
tras de sí a por lo menos seis departamentos donde tiene un voto duro más o
menos consistente. Costas, sin quererlo quizá, lo ayuda.
MNR y el nuevo liderazgo.- Como si no existiera prisa, el MNR
avanza lentamente en la reconfiguración de su liderazgo. El reciente Comando
Nacional logró una elección que, típicamente, fue cuestionada por los
perdedores en el voto de los delegados. Como nota interesante de este proceso,
está la proyección de gente joven en los comandos departamentales. Ninguno de
los jefes de comando pasa de los 50 años, lo cual dice bien de la renovación.
Sin embargo, estamos a un año de la elección presidencial y
el MNR que es el único partido político superviviente de la crisis desatada
hace 10 años, no termina de estructurarse y proyectar su lineamiento político
programático y, paralelamente, no está en condiciones de ofrecer un candidato
con liderazgo nacional reconocido, sólido y expectable. La tarea del
instrumento del Nacionalismo Revolucionario es ardua y tomará más tiempo del
que se tiene hasta el verificativo electoral de 2014.
Con todo lo escrito, solo queda reconocer que la oposición al
gobierno autócrata está aún débil y dispersa. Que le resta poco tiempo para
decidir su configuración electoral y programática y esa es desventaja que sólo
favorece al MAS.
La hidalguía, el desprendimiento y la honestidad política
están en la lista de las prioridades que deben ostentar los dirigentes con
vocación democrática en búsqueda del voto ciudadano para ejercer un gobierno
alternativo al actual, con un programa que resuelva nuestras atávicas
dificultades y enfrente los desafíos de reconstruir un sistema político plural,
tolerante e incluyente. ¿Podrán…? ¿podremos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario