Es inocultable, innegable, imposible de disimular, el presidente Evo Morales está triste. No pudo contener su tristeza ante los medios de comunicación en su obligada conferencia de prensa la noche del domingo 16 de octubre al término de la inédita jornada electoral - judicial.
No se puede dejar de comprender que esté triste.
Los que operan el gobierno le vendieron la "idea" de una nueva
"victoria" con más de 70% de los votos en la justa eleccionaria. La
verdad es que “sus” candidatos no llegarán a obtener ni el 10% de los votos,
aunque aun así los revistan de falsa legitimidad y los posesionen en los cargos
que mayoritariamente el pueblo boliviano les negó.
Evo Morales Ayma el pretendido primer presidente
indígena de Bolivia (que ya renegó de su falso indigenismo en una entrevista
periodística) está triste porque su gobierno no encuentra rumbo. Porque todo le
sale mal. Desde el mes de diciembre del pasado año, cuando impuso su
gasolinazo, nada le sale bien. Es como si haber escogido la navidad para el
golpe artero a nosotros los bolivianos y nuestra magra economía lo hubiera
vuelto (para usar una expresión muy occidental) un PRESIDENTE KENCHA
(mala suerte, mufa, yeta)
EVO ESTA KENCHA y su gobierno
sin brújula. Todo le sale mal, como a propósito. Nada funciona, nada avanza,
todo retrocede. Y así le va a ir hasta el final del mandato. De ser el
Presidente más votado y con mayor respaldo ciudadano en la joven historia
democrática boliviana contemporánea, con mucha probabilidad será recordado como
un mal Presidente, como un autócrata, como un sátrapa, que no dudó ni un
segundo cuando de atropellar derechos ciudadanos se trataba.
Un energúmeno que se enfrentó a regiones enteras
(2/3 partes) del país para negarnos nuestro derecho a ser autónomos. Un
Presidente que destruyó la República de Bolivia y le hicieron creer que podría
construir un Estado Plurinacional, y en realidad construyó un adefesio tan
burocrático y entorpecedor que a todos nos causa repulsa. Evo Morales Ayma será
recordado como un Presidente que fomentó la división nacional y el odio racial,
cuando pudo haber sido el verdadero constructor del espíritu nacional. Será
recordado como un boliviano que en su soberbia destilaba resentimiento, rencor y
un deseo de venganza contra los propios bolivianos.
EVO MORALES ESTÁ KENCHA porque
en su fanatismo político ideológico olvidó que un pueblo tiene sus héroes
algunos famosos y otros anónimos que merecen respeto y veneración, porque
ofrendaron su vida para mantener nuestro territorio, nuestra unidad y nuestra
libertad y si el propio Presidente reniega de ellos e idolatra al enemigo y
obliga a los militares, a los ex soldados y a los familiares de éstos a no
conmemorar las gestas heroicas, entonces le debe caer encima un kencherio
mayúsculo.
EVO MORALES ESTÁ KENCHA y debe
estarlo porque a pesar de su juramento - en la posesión como Presidente, cuando
dijo que presidiría un gobierno "sin muertos" - su gobierno se ha
cargado la vida de más de 60 bolivianos y sigue sumando. Y nadie ha sido
responsabilizado por tantas vidas perdidas. Además debe estar KENCHA
por haber acudido al fácil y perverso instrumento de la violencia policial
contra los más humildes y desvalidos bolivianos que con enorme sacrificio
marchan hacia la sede de sus funciones presidenciales a pedirle que detenga una
agresión contra su hábitat. Y encima de abusar de ellos, se lava las manos,
reniega de sus propios actos y busca echar la culpa a los policías que mandados
cometieron el atropello.
El presidente EVO MORALES ESTÁ KENCHA
porque su gobierno no respeta ni la propia constitución que el impuso y juró
defender y menos respeta las leyes especiales o secundarias del ordenamiento
jurídico. Cuando un hombre mancilla su honor por no respetar la Ley, es
altamente posible que le venga encima el kencherio.
(Escrito originalmente el 28 de octubre de 2011)
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